“Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad.” Salmo 145 (144)
Ayer me leyeron una frase que me cuesta repetir: “En mi gobierno, no habrá lugar para Dios.” Y entonces, ¿cuál será el lugar eterno para quien habla así? Recuerdo algo que leí en un volante: “si no crees en Mí ¿por qué me persigues?” Hoy pido al Señor, que no permita que sus imágenes y sobre todo su culto sean abolidos en nuestros centros educativos y que nos defienda de los atropellos contra nuestra fe y costumbres cristianas. Suplico para quienes van a responder por los tres poderes, rectitud de intención, de vida y de hechos. Anhelo para mi Patria gobernantes que reconozcan la soberanía Divina y se sometan a la Voluntad de Nuestro Dios Uno y Trino. Me ubico mentalmente en las calles de la ciudad capital de mi Departamento y escucho en mi memoria el himno de la marcha de la fe: “¡Reine Jesús por siempre, Reine su Corazón!”
Madre: Recuerda que nuestra nación es Tuya. ¡Amén! (A.E.C.)