“Esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo.” Juan 17, 1-15a
Definitivamente una vida al margen del Señor y de sus Mandamientos, trae consigo una ceguera espiritual capaz de borrar el pensamiento de la eternidad que nos espera. Me sorprende dolorosamente la forma como se expresan las personas que viven de espaldas a Dios y a su Voluntad. El quebrantamiento de su Ley se hace para ellas algo tan normal que en la forma de expresarse aparece la negación de la virtud, la aceptación del pecado como algo normal y positivo y la pérdida de la noción del bien y del mal. Esto me entristece y hace experimentar una impotencia muy grande. Recurro a la oración para suplicar que estas personas lleguen a conocer a mi Dios Amor y a su enviado Jesucristo.
Piedad Madrecita, no les dejes perecer eternamente. (A.E.C.)