“Por tanto, sean perfectos como su Padre Celestial es perfecto.” Mateo 5, 43-48
A nuestro Dios, a Quien digo nuestro por amor pero bien se que no hay ninguno mas, no se le puede atribuir ninguna imperfección ya que es infinitamente Perfecto en su Ser en su Actuar. Por eso, prodiga bienes a todos, aquellos que le aman y a quienes torpemente quisieran prescindir de su existencia. Pero a todos nos alcanza y envuelve por así decirlo, su Amor y su Misericordia; cada uno de nosotros es objeto de su Ternura. Si le ofendemos, está dispuesto a perdonarnos si nos arrepentimos. Hoy pienso que debo amar concretamente, por ejemplo, a los mismos que le odian y también a la Patria y quisieran aniquilarla y reducirla a la miseria como ha sucedido con otros países. Por lo anterior, hoy ruego por aquellos que engañan y parece que encarnan la doblez, la mentira y el propio provecho.
Sálvanos Señor a todos y ten piedad de quienes están empeñados en perderse eternamente. (A.E.C.)