21 Y a vosotros, que en otro tiempo fuisteis extraños y enemigos, por vuestros pensamientos y malas obras, 22 os ha reconciliado ahora, por medio de la muerte en su cuerpo de carne, para presentaros santos, inmaculados e irreprensibles delante de El; 23 con tal que permanezcáis sólidamente cimentados en la fe, firmes e inconmovibles en la esperanza del Evangelio que oísteis, que ha sido proclamado a toda criatura bajo el cielo y del que yo, Pablo, he llegado a ser ministro.
3 ¡Oh Dios, sálvame por tu nombre, por tu poderío hazme justicia, 4 oh Dios, escucha mi oración, atiende a las palabras de mi boca!
6 Mas ved que Dios viene en mi auxilio, el Señor con aquellos que sostienen mi alma.
8 De corazón te ofreceré sacrificios, celebraré tu nombre, porque es bueno,
1 Sucedió que cruzaba en sábado por unos sembrados; sus discípulos arrancaban y comían espigas desgranándolas con las manos. 2 Algunos de los fariseos dijeron: «¿Por qué hacéis lo que no es lícito en sábado?» 3 Y Jesús les respondió: «¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David, cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, 4 cómo entró en la Casa de Dios, y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?» 5 Y les dijo: «El Hijo del hombre es señor del sábado.»