Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia
15 octubre, 2020
San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir
17 octubre, 2020

Santa Eduviges, religiosa; Santa Margarita María Alacoque, virgen

Efesios 1, 11-14

11 A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad, 12 para ser nosotros alabanza de su gloria, los que ya antes esperábamos en Cristo. 13 En él también vosotros, tras haber oído la Palabra de la verdad, el Evangelio de vuestra salvación, y creído también en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa, 14 que es prenda de nuestra herencia, para redención del Pueblo de su posesión, para alabanza de su gloria.

 

Salmo 33, 1-2; 4-5; 12-13

1 ¡Gritad de júbilo, justos, por Yahveh!, de los rectos es propia la alabanza; 2 ¡dad gracias a Yahveh con la cítara, salmodiad para él al arpa de diez cuerdas.

4 Pues recta es la palabra de Yahveh, toda su obra fundada en la verdad; 5 él ama la justicia y el derecho, del amor de Yahveh está llena la tierra.

12 ¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahveh, el pueblo que se escogió por heredad! 13 Yahveh mira de lo alto de los cielos, ve a todos los hijos de Adán.

 

Lucas 12, 1-7

1 En esto, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. 2 Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. 3 Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados. 4 «Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. 5 Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése. 6 «¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. 7 Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos.