Jueves 17a Semana del Tiempo Ordinario
28 julio, 2022
San Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia
30 julio, 2022

Santa Marta

Primera Lectura

Jeremías 26, 1-9

1 Al principio del reinado de Yoyaquim, hijo de Josías, rey de Judá, fue dirigida a Jeremías esta palabra de Yahveh: 2 Así dice Yahveh: Párate en el patio de la Casa de Yahveh y habla a todas las ciudades de Judá, que vienen a adorar en la Casa de Yahveh, todas las palabras que yo te he mandado hablarles, sin omitir ninguna. 3 Puede que oigan y se torne cada cual de su mal camino, y yo me arrepentiría del mal que estoy pensando hacerles por la maldad de sus obras. 4 Les dirás, pues: «Así dice Yahveh: Si no me oís para andar según mi Ley que os propuse, 5 oyendo las palabras de mis siervos los profetas que yo os envío asiduamente (pero no habéis hecho caso), 6 entonces haré con esta Casa como con Silo, y esta ciudad entregaré a la maldición de todas las gentes de la tierra.» 7 Oyeron los sacerdotes y profetas y todo el pueblo a Jeremías decir estas palabras en la Casa de Yahveh, 8 y luego que hubo acabado Jeremías de hablar todo lo que le había ordenado Yahveh que hablase a todo el pueblo, le prendieron los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo diciendo: «¡Vas a morir! 9 ¿Por qué has profetizado en nombre de Yahveh, diciendo: “Como Silo quedará esta Casa, y esta ciudad será arrasada, sin quedar habitante”?» Y se juntó todo el pueblo en torno a Jeremías en la Casa de Yahveh.

 

Salmo Responsorial

Salmo 69, 5; 8-10; 14

5 Son más que los cabellos de mi cabeza los que sin causa me odian; más duros que mis huesos los que me hostigan sin razón. (¿Lo que yo no he robado tengo que devolver?)

8 Pues por ti sufro el insulto, y la vergüenza cubre mi semblante; 9 para mis hermanos soy un extranjero, un desconocido para los hijos de mi madre; 10 pues me devora el celo de tu casa, y caen sobre mí los insultos de los que te insultan.

14 Mas mi oración hacia ti, Yahveh, en el tiempo propicio: por tu gran amor, oh Dios, respóndeme, por la verdad de tu salvación.

 

Evangelio

Mateo 13, 54-58

54 Viniendo a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? 55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? 56 Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?» 57 Y se escandalizaban a causa de él. Mas Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio.» 58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.

Primera Lectura

I Juan 4, 7-16

7 Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. 8 Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor. 9 En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. 11 Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. 12 A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. 13 En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. 14 Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo, como Salvador del mundo. 15 Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. 16 Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

 

Salmo Responsorial

Salmo 34, 2-3; 4-5; 6-7; 8-9; 10-11

2 Alef. Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza; 3 Bet. en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!

4 Guimel. Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos. 5 Dálet. He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.

6 He. Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante. 7 Zain. Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.

8 Jet. Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra. 9 Tet. Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.

10 Yod. Temed a Yahveh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada. 11 Kaf. Los ricos quedan pobres y hambrientos, mas los que buscan a Yahveh de ningún bien carecen.

 

Evangelio

Juan 11, 19-27

19 Y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. 20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. 21 Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. 22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.» 23 Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.» 24 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.» 25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá; 26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?» 27 Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»

Lucas 10, 38-42

38 Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. 39 Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, 40 mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.» 41 Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; 42 y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»