Domingo 17a Semana del Tiempo Ordinario
25 julio, 2021
Martes 17a Semana del Tiempo Ordinario
27 julio, 2021

Santos Joaquín y Ana, padres de la Bienaventurada Virgen María

Éxodo 32, 15-24; 30-34

15 Volvióse Moisés y bajó del monte, con las dos tablas del Testimonio en su mano, tablas escritas por ambos lados; por una y otra cara estaban escritas. 16 Las tablas eran obra de Dios, y la escritura, grabada sobre las mismas, era escritura de Dios. 17 Cuando Josué oyó la voz del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: «Gritos de guerra en el campamento.» 18 Respondió Moisés: «No son gritos de victoria, ni alarido de derrota. Cantos a coro es lo que oigo.» 19 Cuando Moisés llegó cerca del campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira, arrojó de su mano las tablas y las hizo añicos al pie del monte. 20 Luego tomó el becerro que habían hecho, lo quemó y lo molió hasta redurcirlo a polvo, que esparció en el agua, y se lo dio a beber a los israelitas. 21 Y dijo Moisés a Aarón: «¿Qué te hizo este pueblo para que hayas traído sobre él tan gran pecado?» 22 Aarón respondió: «No se encienda la ira de mi señor. Tú mismo sabes que este pueblo es inclinado al mal. 23 Me dijeron: “Haznos un dios que vaya delante de nosotros, ya que no sabemos qué le ha sucedido a Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto.” 24 Yo les contesté: “El que tenga oro despréndase.” Ellos se lo quitaron y me lo dieron; yo lo eché al fuego y salió este becerro.»

30 Al día siguiente dijo Moisés al pueblo: «Habéis cometido un gran pecado. Yo voy a subir ahora donde Yahveh; acaso pueda obtener la expiación de vuestro pecado.» 31 Volvió Moisés donde Yahveh y dijo: «¡Ay! Este pueblo ha cometido un gran pecado al hacerse un dios de oro. 32 Con todo, si te dignas perdonar su pecado…, y si no, bórrame del libro que has escrito.» 33 Yahveh respondió a Moisés: Al que peque contra mí, le borraré yo de mi libro. 34 Ahora ve y conduce al pueblo adonde te he dicho. He aquí que mi ángel irá delante de ti, mas en el día de mi visita los castigaré yo por su pecado.»

 

Salmo 106, 19-23

19 En Horeb se fabricaron un becerro, se postraron ante un metal fundido, 20 y cambiaron su gloria por la imagen de un buey que come heno.

21 Olvidaban a Dios que les salvaba, al autor de cosas grandes en Egipto, 22 de prodigios en el país de Cam, de portentos en el mar de Suf.

23 Hablaba ya de exterminarlos, si no es porque Moisés, su elegido, se mantuvo en la brecha en su presencia, para apartar su furor de destruirlos.

 

Mateo 13, 31-35

31 Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. 32 Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.» 33 Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.» 34 Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, 35 para que se cumpliese el oráculo del profeta: Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.

Eclesiástico 44, 1; 10-15

1 Hagamos ya el elogio de los hombres ilustres, de nuestros padres según su sucesión.

10 Mas de otro modo estos hombres de bien, cuyas acciones justas no han quedado en olvido. 11 Con su linaje permanece una rica herencia, su posteridad. 12 En las alianzas se mantuvo su linaje, y sus hijos gracias a ellos. 13 Para siempre permanece su linaje, y su gloria no se borrará. 14 Sus cuerpos fueron sepultados en paz, y su nombre vive por generaciones. 15 Su sabiduría comentarán los pueblos, su elogio lo publicará la asamblea.

 

Salmo 132, 11; 13-14; 17-18

11 Juró Yahveh a David, verdad que no retractará: «El fruto de tu seno asentaré en tu trono.

13 Porque Yahveh ha escogido a Sión, la ha querido como sede para sí: 14 «Aquí está mi reposo para siempre, en él me sentaré, pues lo he querido.

17 «Allí suscitaré a David un fuerte vástago, aprestaré una lámpara a mi ungido; 18 de vergüenza cubriré a sus enemigos, y sobre él brillará su diadema».

 

Mateo 13, 16-17

16 «¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! 17 Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.